El encaje de China en la economía mundial


 ¿Ha desbancado China a Estados Unidos y se ha convertido en el líder económico mundial?


China ha sido el mayor éxito de la globalización durante las últimas tres décadas. Sin embargo, esto mismo podría ser la razón de su fracaso durante los años venideros. 

China encarna todos los principales retos que la economía global debe superar. Todas esas dificultades tienen sus raíces en la enorme diversidad institucional que existe en todo el mundo. Hay pocos países cuyas instituciones sean tan características como las de China o cuya presencia en le mercado mundial se sienta de forma tan potente.


A pesar de todo esto, China sigue siendo un país pobre, cuya media de ingresos, si bien es cierto que se ha elevado con mucha rapidez en las últimas décadas, también es cierto que su ingreso medio sigue estando muy por debajo de países como Estados Unidos, Turquía y Colombia, entre otros. China no tiene posibilidades de arrebatarle el liderazgo económico a Estados Unidos ni de llegar a tener la hegemonía global, al menos a corto plazo. Sin embargo, su gran número de habitantes y el rápido crecimiento de sus recursos económicos  hacen que, inevitablemente se proyecte una imagen de pantalla global.

El ascenso económico de China ha beneficiado a la economía mundial en su mayor parte por la grandísima variedad de productos manufacturados que ofertaba. Este cambio ha favorecido que se abarataran los costes, por lo que muchos de los anteriores pobres han sido capaces de poder adquirir esos productos o servicios por primera vez. Por desgracia una producción a gran escala semejante puede dar lugar a la acumulación de stocks.


Los enormes excedentes comerciales de China han hecho que hasta los economistas más comedidos se lamenten de que las políticas mercantilistas del país estén costando a tantas economías tantísimos empleos. Esto es porque se suele acusar a China de pisotear los derechos humanos y los de lo trabajadores con el fin de obligar a producir cantidades grandísimas de producto a precios bajos.

Si el excedente comercial chino no se reduce, es probable que numerosos países recurran a barreras comerciales dirigidas a las exportaciones chinas,  lo que provocaría represalias por parte de China y la adopción de tácticas parecidas por parte de otros países, lo que es un ciclo vicioso que desembocaría en desastres económicos. Surgiría entonces la verdadera posibilidad de una reacción política importante a escala global contra el comercio de China y la globalización de su economía.


La estrategia china se basa en un rápido cambio estructural que su gobierno ha logrado promoviendo la industrialización y mejorando continuamente la estructura productiva del país. 

A medida que China gane poder económico en el futuro, más del que ya tiene si cabe, defenderá un orden mundial que refleje mejor sus puntos de vista y sus intereses.

Finalmente. dado el tamaño y la importancia en la geopolítica mundial de este país, cualquier cosa que intente contravenir la estabilidad política de China debería preocupar mucho al resto de la economía mundial



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