El Brexit, ¿acierto o error del Reino Unido?

 ¿Cuál fue el verdadero impacto del Brexit?

Brexit es un acrónimo de dos palabras en inglés: Britain (Gran Bretaña) y exit (salida) y hace referencia al proceso de salida de Reino Unido de la Unión Europa.  El referéndum sobre la membresía del Reino Unido en la UE se llevó a cabo el 23 de junio de 2016, y la mayoría de los votantes optaron por abandonar la UE. El Reino Unido finalmente abandonó la UE el 31 de enero de 2020, a partir de ese momento. A partir de entonces, las nuevas relaciones entre el Reino Unido y la UE se basaron en un acuerdo de libre comercio.


El Brexit debería tener repercusiones a largo plazo no sólo en las economías del Reino Unido y de la UE, sino también en la economía mundial. Es por ello que, en términos generales, la economía del Reino Unido se ha enfrentado a efectos adversos tras salir de la UE, mientras que la economía de la UE ha sufrido algunos efectos leves solamente. De hecho, a corto plazo la economía de la UE se benefició inicialmente del Brexit, ya que muchas instituciones financieras se trasladaron a la UE. Esto creó una repentina necesidad de trabajadores cualificados en el sector financiero.


Muchos partidarios del Brexit veían en él una oportunidad económica. Si el país no formaba parte de la UE, podría firmar sus propios acuerdos comerciales con otros países. Muchos en el Reino Unido veían la naturaleza reguladora de la UE como una limitación a las ideas de libre mercado. Otros querían, simplemente, proteger la economía del Reino Unido de desastres financieros como la crisis de la eurozona de 2009 y la crisis financiera de 2008.


Durante el proceso del Brexit, los principales mercados financieros europeos y mundiales experimentaron volatilidad. La incertidumbre sobre el resultado del referéndum y las futuras relaciones comerciales afectaron las tasas de cambio y los precios de los activos. Londres era conocida como la capital financiera del mundo por sus servicios financieros. Sin embargo, el mercado de valores de Londres fue muy volátil tras el Brexit. Tres cuartas partes de sus operaciones con acciones derivadas se perdieron en favor de las bolsas de Ámsterdam y Nueva York.



Sin comentar que el aumento de los costes de importación debido a nuevas barreras comerciales y la depreciación de la libra esterlina (cuando se anunció la inesperada mayoría a favor de abandonar Europa, la libra esterlina llegó a desplomarse un 11%) han contribuido a la inflación. Todo esto, evidentemente, afectó al poder adquisitivo de los consumidores y las empresas. 


Con respecto a su relación comercial, se alcanzó un acuerdo de libre comercio entre el Reino Unido y la UE justo antes de que finalizara el período de transición. Este acuerdo, eliminó las cuotas y los aranceles entre el Reino Unido y la UE y estableció condiciones de competencia justa, una de las exigencias de mayor peso de la Unión durante las negociaciones, pero no eliminó completamente las barreras comerciales. 


Según afirman dos catedráticos de Derecho económico de Universidades inglesas: "los británicos han salido perdiendo claramente",  "lo único que ha habido hasta ahora son grandes complicaciones en todos los aspectos. Reino Unido se ha quedado un poco como economía mediana. Está en un segundo plano", "no ha sido una buena noticia para la economía británica". "Ha sufrido un declive en el terreno comercial. Hay menos inversiones en Reino Unido que las que habría habido sin el Brexit", "hay que limitar los daños y recordar que el Brexit no solo es malo para la economía británica, sino también para la Unión Europea"

Todo esto nos lleva a pensar que ahora, más de 7 años después de esa votación, puede que los economistas ingleses se estén dando cuenta de que quizás el Brexit no era lo más idóneo para mejorar su economía.



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